"...cuando Schwejk describió su vida en el manicomio lo hizo con increíbles alabanzas:
-La verdad es que no sé por qué los locos se enfadan cuando los encierran. Allí uno puede arrastrarse desnudo sobre la hierba, aullar como un chacal, bramar y morder. Si uno quisiera hacer eso en cualquier otra parte la gente se extrañaría, pero allí es algo natural. Allí hay una libertad como ni siquiera los socialistas han podido soñar. (...) Todos podían decir lo que querían y lo que se les ocurría, como si estuvieran en el parlamento."
Jaroslav Hasek, Las aventuras del valeroso soldado Schwejk
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1 comentario:
Gran reflexión...hemos tenido tiempo para pensar sobre ello, pero yo quiero más...te animas a citar a otro?
Es que tengo el día pinchón...y publicón!
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