jueves, 29 de noviembre de 2007

Aunque la mona se vista de seda...

Es un mediodía gélido de Noviembre y estoy paseando por el Parc des Bastions en Ginebra -a donde nos hemos mudado, Bonnie y yo, recientemente, pero esa es otra historia que quizá les cuente en otra ocasión-. Incapaz ya de soportar el ataque de mocos que me produce este frío cruel, me sueno, y sólo entonces percibo el intensísimo olor a abono que me rodea, y que antes no pude notar al tener la nariz taponada. Y pienso que el poeta Miguel Hernández dijo una vez de unos establos que olían "a honrado estiércol". En efecto, honradísimo, por cuanto la palabra no puede ocultar la verdadera naturaleza de la cosa. Y sin embargo, por mucha poesía que le queramos echar al asunto, sigue siendo mierda.

3 comentarios:

EL MARTIN PECADOR dijo...

Mi muy querido Hombre Semental:
El Pecador te echa de menos, desde este Madriz frío y melancólico, donde siempre hay un zumbido en el ambiente, a veces pequeño, otras ensordecedor, donde huele siempre a calle seca, a viento raspado en las esquinas del ladrillo de las casas, o incluso a veces al olor más agrio que tienen las tabernas cuando cierran sus puertas en el descando de la noche, en el silencio del bar, que sigue siendo un murmullo. Y ese murmullo frío es también parecido al que puedes oir al pegar una caracola a un oído; puedes oir el bar. Aquí te echo de menos, y lo hago esperando pronto el abrazo y quizá un cubatismo, o al menos un breve cervecismo con charla cálida, limpia, agradable. Te echo de menos y te imagino en esa Ginebra, junto a Bonnie, desgranando los sueños, con la sonrisa colgando de los labios sabiendo que juntos sois en el infinito eterno un ejército tensando los músculos antes de la batalla, sabiendo que no hay enemigo pequeño, conociendo que el último trago del licor será el que nos deje dulzor en nuestras bocas. Te echo de menos ... mientras silbaré alto cualquier canción que me permita cambiar su melodía.
El Martín Pecador te tiene en sus oraciones.

Siempre tuya dijo...

Con comentarios como el de martín pecador no dan ganas de añadir mucho más...pero aun así lo haré.
Soy cris, juevera empedernida y ahora expatriada. Me encuentro en el otro lado del mundo disfry
utando de placeres tan opuestos a los vuestros como un zumo de piña tropical o levantarme a las seis de la mañana habiendo amanecido ya hace un ahora y llena de picaduras de mosquito.
No me pude despedir al final antes de irme o antes de iros.
Os quería desear buen cominezo en Ginebra, ya veo que llego tarde, y buenas navidades! Para eso aun no llego tarde pero casi.
Ahora que dispongo de tiempo, daré un repaso a tus post enteriores, que en Madrid no leí.
Un abrazo fuerte para los dos
Crispis
Aquí está mi aventura:
http://paseandoporelindico.blogspot.com

LA FISIOTEKA dijo...

Ojala ese ataque de mocos sea una hemorragia de felicidad... extendida hasta el infinito. Ojala seáis aun mas felices en vuestro nuevo país. Un abrazo desde Madrid.

Carlos... el fisio.

http://cmeycordoba.blog.com