domingo, 16 de marzo de 2008

Mal y tetas

El otro día, visionando el trailer de un filme de próximo estreno -y que por otra parte no pienso ir a ver ni jarto de grifa- tuve una revelación, a raíz de la cual me surgió una duda, que planteo aquí públicamente con la esperanza de que alguno de ustedes, mis sabios lectores, sepan solucionármela, a saber: ¿por qué en tantas películas -no en todas, ni mucho menos, pero sí en tantas y tantas- los malos se reúnen siempre en locales de strip-tease? ¿Es que acaso hay algo en esos garitos que propicie la aparición de pensamientos delictivos y acciones fuera de la ley? Si alguna vez acudo a alguno de esos establecimientos, ¿sentiré la irrefrenable necesidad de hacer el mal? Y aún en caso contrario, si en alguna ocasión el hado o las compañías poco recomendables me conducen hasta el Ba-Ta-Clan, el Bada-Bing o algún otro lugar de nombre y contenido en pechugamen similares, ¿deberé inmediatamente asumir que ese señor que se encuentra a mi lado en la barra alberga deseos de atentar contra mi propiedad, mi integridad física o mi vida?

Y es que siempre pasa igual: a los buenazos nos toca conformarnos con ver los toros desde la barrera... (dijo él, mientras con la mirada buscaba el ejemplar de Agosto de 1982 en su colección de Playboy. Fundido en negro.)

sábado, 8 de marzo de 2008

Victoria Esperanza De Todos Los Ángeles Y Santos Y De Las Altas Cimas Irradiantes Cual Luceros Vespertinos

Bueeeno, bueeeno, bueeeno, amiguitos/as, parece ser que esto de la política es como cierta conocida marca de patatas (sic) fritas, de las que se afirma que "cuando haces `pop´, ya no hay `stop´". Y no lo decimos (sólo) por nosotros -sí, ya saben, varios meses publicando y esforzándonos en mantener este blog alejado de los pringosos lodos de esta-cosa-llamada-democracia, y ahora, de golpe y porrazo, ¡dos! posts seguidos sobre la Gran-Fiesta-Popular-de-la-ídem, y es que nobody´s perfect-; sino también y fundamentalmente por el Sr. Rajoy, quien no contento con insistir en su patochada de "la niña" en el segundo debate electoral del que ya hablamos en nuestro post anterior, parece ser que la ha convertido en uno de los ejes retóricos de su final de campaña. Hasta tal punto, que le ha puesto nombre: ahora resulta que "la niña" se llama Victoria Esperanza. Nada menos. Les juro que antes de enterarme por medios de comunicación más serios (sic), la noticia me había llegado a través de un amigo, y no me lo creí. Pensé que el coleguita se estaba quedando conmigo, hasta tal punto me parecía impensable que nadie, y mucho menos un señor que aspira a conseguir la Presidencia del Gobierno de España, pudiera caer en semejante memez. Pero como siempre, la realidad supera con creces a la ficción, y resulta que, ohDiosmío, era cierto.

Pues nada, hace bueno, ¿eh? Sí, el tiempo está loco, pero qué solete más rico. Si es que ya no hay estaciones, con esto del calentamiento global... ¿Qué? ¿Cómo? No, si ya sé que esto no tiene nada que ver con lo que hablábamos antes, pero es que ¿qué quieren que les diga? ¿Es necesario añadir algún comentario más? Bueno, pero que conste que lo hago por ustedes, ¿eh? Allá vamos: ¡Sr. Rajoy! ¿Anda usted por ahí? Mire, que quería yo decirle lo siguiente: no sé si usted sigue o no este blog, que me parece que será que no, pero en todo caso, el otro día le regalé a su temible adversario -y según se desprende de las declaraciones de usted y de sus más destacados secuac... digooo, compinch... digooo, esbirr... digooo, compañeros, encarnación del Anticristo-, el señor ZP, unas cuantas sugerencias para mejorar su desafortunado "Buenas noches y buena suerte". Y ¿cómo no voy a hacer al menos otro tanto con usted, cuando las sugerencias nos salen así, gratis? Pues nada, que había yo pensado que no está mal que haya usted dado en bautizar a su "niña" como Victoria Esperanza, pero luego he reflexionado y me he dicho que no está bien que Victorita-Esperanzuca (en diminutivo porque ya es como si fuera de la familia) vaya por ahí sin apellidos, que la gente, sobre todo la gente "normal", es muy mal pensada, y se van a pensar que la niña es una bastarda. No, entiéndame, que no es que "la niña" tenga tendencias cabronzuelas, sino que sin apellidos pues parece que no tiene padres, y hasta ahí podíamos llegar: que aunque sólo sea una idea, alguien la habrá parido, digo yo, y ya sabemos que ustedes además son muy de defender el concepto ese de la "autoría intelectual" de las cosas. Así que le voy a regalar unos apellidos para la niña, que a partir de ahora propongo que pase a llamarse Victoria Esperanza De Todos Los Ángeles Y Santos Y De Las Altas Cimas Irradiantes Cual Luceros Vespertinos. De nada, don Mariano. A mandar.

Y a todos ustedes, queridérrimos (sic) lectores, en esta jornada de reflexión, les insto a lo siguiente: no voten al Sr. Rajoy. Pero ya no por razones políticas, ¿eh?, que eso a nosotros tralarí-tralarí, sino, pura y simplemente, estéticas. ¿Pensaban ustedes votar al PP? Pues no les pido que voten otra cosa: tan sólo absténganse, y si les remuerde luego la conciencia, piensen que se lo tienen bien merecido. Por cursis.

martes, 4 de marzo de 2008

Buenas noches y buena suerte

Sí, ya sé que en este blog nunca se habla de política. Tranquilos, que hoy tampoco lo haremos: hablaremos de políticos, que es una cosa muy otra.

Pues nada, que en nuestro afán de seguir desde aquí como buenamente se pueda la evolución de la campaña electoral en nuestro país, ayer nos tragamos enterito el segundo debate entre el candidato demócrata y el republican... digooo, entre ZP-presidente y Rajoy-aspirante, y al final del mismo me surgía la reflexión sobre la, no sé si llamarla soberbia, o simplemente cabezonería, de nuestros políticos, que no son capaces de reconocer un error ni hartos de vino por banal que este sea. Me explico: al final del primer debate, ZP no tuvo mejor ocurrencia que despedirnos con un "Buenas noches y buena suerte", frase que, siendo en sí resultona, no pudo estar más fuera de contexto. Pero no contento con haber hecho el canelo en esa primera ocasión, ayer nuestro -aún- presidente ¡se despidió con LA MISMA fórmula! Pero, hombre de Dios, ¿dónde va con esas frases de película? ¿No ve usted que queda ridículo? Además, digo yo que, ya puestos a utilizar frases célebres del cine fuera de lugar, se podía haber decidido por otras que fuesen aún más contundentes. Le regalo a continuación unos cuantos ejemplos: "Buenas noches, y a Dios pongo por testigo de que nunca más volveré a pasar hambre", "Buenas noches, y Luke, soy tu padre" o, para hacer una gracieta, "Buenas noches... y dos huevos duros". O, qué demonios, tiremos ya directamente por la vena destroyer: "Buenas noches, y me encanta el olor del napalm por la mañana". De nada, presidente. A mandar.

Claro que qué decir de la tan traída y llevada "niña" del señor Rajoy, en la que ayer, y por increíble que nos pareciera a todos, volvió a insistir. En fin, no nos extenderemos: sólo diremos que, siguiendo con el símil cinematográfico, a nosotros, cuando vimos las declaraciones post-debate de Acebes y Aguirre, esa niña se nos transformó inmediatamente en la de "El exorcista".

Y ahora la pregunta del millón: ¿realmente era necesario que ambos machacaran en sus respectivas chorradas cuando lo más sencillo -por no decir digno- era que simplemente las dejasen morir de olvido? ¿A estos niveles de orgullo estúpido hemos llegado? Qué malita está la cosa...

...He dicho.