martes, 19 de febrero de 2008

Canción del día: "Butcher´s Tale (Western Front 1914)" (The Zombies)

Obsesión. Eso es lo que tengo últimamente con esta canción, y en general con el álbum completo del que esta canción sale, el maravillosísimo "Odessey And Oracle". ¿Obsesión? ¿No es una palabra un poco fuerte? Pues no, y como no me gustaría pensar que soy un tarado, quiero imaginar más bien que todos aquéllos que como yo sean melómanos en grado X (donde "X" tiende a infinito) saben de qué les hablo, y si no, no se preocupen, que yo se lo explico: hablo de cuando no te puedes sacar una melodía de la cabeza, de cuando te descubres a solas tarareándola en voz baja, de cuando rumias la letra una y otra vez, y lo más preocupante: de cuando te despiertas de un sueño profundo en mitad de la noche y lo primero que te viene a la mente es, de nuevo, esa música... ¿Les va sonando? ¿No? ¿Sí? Ah, buf, menos mal, qué alivio. Ya empezaba a creer que yo era un poco raro...

Canción peculiar la que nos ocupa hoy, amigos míos, que sólo podemos intentar describir como "pop medieval", y que, narrando la historia de un combatiente en la I Guerra Mundial, constituye una de las mejores y más directas descripciones de los horrores de la guerra que hemos tenido ocasión de tropezarnos jamás. No me resisto a la tentación de reproducir la letra en su integridad. Pásmense:

A butcher, yes that was my trade
But the king's shilling is now my fee
A butcher I may as well have stayed
For the slaughter that I see
And the preacher in his pulpit
Sermon: "Go and fight, do what is right"
But he don't have to hear these guns
And I'll bet he sleeps at night

And I
And I can't stop shaking
My hands won't stop shaking
My arms won't stop shaking
My mind won't stop shaking
I want to go home
Please let me go home
Go home

And I have seen a friend of mine
Hang on the wire like some rag toy
Then in the heat the flies come down
And cover up the boy
And the flies come down in Gommecourt,
Thiepval, Mametz Wood, and French Verdun
If the preacher he could see those flies
Wouldn't preach for the sound of guns

And I
And I can't stop shaking
My hands won't stop shaking
My arms won't stop shaking
My mind won't stop shaking
I want to go home
Please let me go home
Go home

No hace falta que les explique nada, ¿verdad? Sólo añadiremos dos notas laudatorias más para la belleza de la música que acompaña a esta letra, y para esa voz... ¡esa voz!

...Y ya que estamos, gracias sean dadas a quien corresponda -¿al Altísimo?- por este pedazo de álbum -repetimos, este "Odessey And Oracle"- que, debo admitir, no he descubierto hasta hace muy poco, lo cual en el fondo me encanta: ¿toda una vida como comprador de discos y aún quedan clásicos como este que no he oído? Eso da esperanzas, queridísimos lectores: siempre nos quedarán tesoros ocultos por desenterrar. Y miren que ya tenía referencias, ¿eh? Que si álbum mítico por aquí, que si disco de culto por allá, que si clásico desconocido por acullá... Y todo, todo, pero todito lo (bueno) que me habían dicho era cierto, amigos. Qué discazo. Oírlo y quedar prendado es todo uno, y a continuación viene el estupor: ¿cómo es que los Zombies se han quedado en ese status de grupo-sólo-para-enterados? Inexplicable, porque por si nunca habían oído hablar de él, lo que tenemos aquí entre manos es una obra maestra absoluta a la altura del "Forever Changes" de Love o del "Pet Sounds" de los Beach Boys, y desde luego, en un uno-contra-uno canción por canción, queda muy por encima del "Sgt. Pepper´s" de los Beatles. Así, como lo oyen. De hecho, estos tres nombres son los primeros que vienen a la mente al escucharlo, y si no reciben una soberana paliza a manos de los Zombies, tampoco salen muy bien parados: se diría que los Zombies tienen melodías tan fantásticas como las de los Beatles, pero sin caer nunca en la (por otra parte bendita) obviedad que lastra alguna que otra canción de estos últimos; que tienen arreglos tan buenos como los de los Beach Boys, pero sin el exceso de azúcar que a veces empalaga en las visiones de Brian Wilson; que comparten la querencia psicodélica de Love, pero sin el filo paranoide y malrollista que en ocasiones nos asusta en los angelinos. Es decir: ¿algo que nos recuerda a mogollón de grupos que nos encantan, pero además en versión corregida-y-aumentada? Esto... ¡Albricias!

Pues eso, señores (y señoras, eh), que así es como se explican los números que vengo montando últimamente por la calle en esta ciudad tan civilizada, echándome unos pasejos de baile cuando el estribillo de "Brief Candles" atruena por los auriculares de mi iPod, cantando a voz en cuello -es que se me escapa, se los juro- ese precioso "Friends Of Mine" (todos juntos: "it feels so good to know two people so in love, SOOO IN LOOOVE") o dejando escapar una lagrimilla con "Hung Up On A Dream" (dos cosas sobre esta canción: 1) ¿por qué no figura en TODAS las antologías del pop habidas y por haber, eh, vamos a ver?, y 2) ya hemos mencionado antes "esa voz" -la de Colin Blunstone- pero es que cuando le oímos cantar "sometimes I think I´ll never find" se nos antoja que no hemos oído nada más bello en esta vida). Háganse con él, pero ya.

1 comentario:

Lina dijo...

Yo tb estoy obsesionadisima! la letra, los arreglos, la voz.... estos estaban adelaaaaantisimos a su epoca. estoy tan feliz de haberme topado con esta canción... la tarereo todo el día sin darme cuenta!