...Pues nada, un nuevo post para darles cuenta de un nuevo par de chorradillas musicaloides, a saber:
A) Gracias muchas otra vez más -y van...- a Kiko Amat por una de sus recomendaciones. La cosa es que el miércoles pasado tocó aquí en Ginebra un músico sueco llamado Jens Lekman. Yo no le había oído jamás, pero entre que teníamos -Bonnie y yo- muchas ganas de ir a un concierto -hay poquísima actividad musical en esta ciudad, a todos los niveles- y que mister Lekman -digo "mister" porque, claro, como no sé cómo se dice "mister" en sueco... ¿"misterönsen", quizá?- venía recomendado por el señor Amat, pues para allá que nos fuimos... y menos mal que lo hicimos: días después aún sigo en estado de alegre shock y con la profunda convicción de haber asistido a un acontecimiento, no sé si "único" o "irrepetible" -porque no sé si el amigo Lekman tiene por costumbre montar la misma hermosa juerga en cada bolo-, pero desde luego sí que "especial". Por Dios, qué bien, señoras y señores: qué repertorio, qué entrega y qué ganas de disfrutar -y de hacernos disfrutar a nosotros-. Es con conciertos así como uno, a veces, recuerda por qué se acercó por primera vez a esta cosa llamada "pop", y por qué le gustó tanto. Y fue doblemente curioso para mí porque hace poco que leí una entrevista con Patterson Hood (de los Drive-By Truckers) en la que se hablaba con estas palabras de lo que fue su primer concierto de Bruce Springsteen: "That show changed my life and shaped a lot of how I feel about shows -the way he plays the audience more than the guitar." Y yo no había entendido qué quería decir hasta que vi al señor Lekman. Pues eso: si el show de Lekman pasa por su ciudad, no dejen de asistir.
(Dicho sea de paso, el concierto tuvo lugar en un local de aquí llamado PTR Usine del que muchísimas salas de conciertos de nuestro país deberían tomar un par de lecciones, me explico: siendo el Usine esencialmente algo así como una "kasa okupada" en donde ocasionalmente se ofrecen conciertos con el beneplácito del Ayuntamiento de Ginebra, ofrece mayor calidad de sonido y mejores condiciones para ver a un grupo en directo que muchos locales "profesionales" de Madrid, como por ejemplo La Riviera de nuestros pecados.)
2) No es la primera -ni la segunda, ni la quincuagésimo séptima...- vez en mi vida que me dicen "hombre, pues te pareces a..." ni tampoco sería la primera vez que de hecho me confunden con él, pero nunca me había sucedido (todavía) como el viernes pasado en un bar bastante recomendable de por aquí que se llama L´Ethno. La cosa es que me acerqué a pedir unas cervezas, cuando veo que al otro extremo de la barra un chaval se me queda mirando, tras lo cual se apresura a pedir algo al camarero, quien le entrega una pequeña libreta de notas y un boli. Armado con ellas, el chaval se abre paso entre la multitud hasta llegar a mi lado y, tendiéndomelas, me dice (en inglés): "Sr. Moby, me encanta lo que hace. ¿Me firmaría un autógrafo?". Lo peor es que a pesar de mis explicaciones, no se creyó que yo realmente NO era Moby, con lo que aún encima se fue mosqueado porque no quise firmarle. (Me imagino que ahora dejará de comprarse sus discos, y me siento un poco culpable de pensar que todavía le pondrá pingando cada vez que salga el tema, si es que sale, que imagino que sí saldrá o ya se ocupará él de sacarlo, porque si no le di una firma, seguro que sí le proporcioné una anécdota que comentar con los colegas: "¿Moby? ¡Menudo gilipollas! Figuráos que me lo encontré una vez en un bar y si se lo tendrá creído que no fue capaz ni de darme un autógrafo.") En fin, señoras y señores, ya ven cómo van estas cosas. Si ustedes se parecen a algún famoso les deseo de corazón que sea a alguien tipo, qué sé yo, Brad Pitt o George Clooney. Yo ya les puedo asegurar que pareciéndose a Moby no se liga nada. Ni siquiera te invitan a cerveza. Sólo consigues que se enfaden contigo cuando tratas de explicar: "no, verás, si es que yo no..."
domingo, 24 de febrero de 2008
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1 comentario:
Qué grande...tenías que haberle firmado al pobre, pero con el nombre de Hombre Sentimental...anda que no iba a andar él contento hasta el día de saber que no eras él...pero ya se encargaría la vida de darle el golpe por el cual ahora te odia.
Besos Moby
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